Su Majestad el Emperador del Japón recibe las credenciales del Embajador de COL Member for 1 día 21 horas Enviado por Jorge Garavito el 29 de Octubre de 2025 Lee más sobre Su Majestad el Emperador del Japón recibe las credenciales del Embajador de COL Reportajes Kōbai Su Majestad el Emperador del Japón recibe las credenciales del Embajador de COL Jorge Garavito 29 de Octubre de 2025 Reportaje en colaboración con la Asociación Colombiana de Exbecarios de Japón (ACOJE). Jorge Garavito, el primer exbecario colombiano del Ministerio de Educación japonés, relata el 18 de octubre de 1972 la opulencia del Protocolo Imperial Japonés para recibir al Embajador de Colombia. Carrozas, chaqué y Guardia Imperial en un ritual inmutable. El Palacio Imperial, reconstruido, alberga un protocolo rígido donde cada gesto es poder. Cuando las puertas del palacio imperial en Tokio se abren de par en par y la gente comienza a agolparse a lado y lado de la vía que conduce al puente Ishi-bashi que es la entrada principal, se puede prever que se espera la llegada de algún invitado de especial importancia y parece que entonces el castillo de Edo, irradia en la modernísima y congestionada ciudad, una suerte de encantamiento de increíble tranquilidad y belleza en el que lo antiguo y lo nuevo harmonizan, produciendo una imagen de lo que es el Japón en el momento actual: Unas tradiciones de una hermosa herencia cultural, que asimilan el presente y se anticipan en el futuro. El ProtocoloLa caballería de la Guardia Imperial hizo la salida del palacio, custodiando las dos carrozas del Emperador y vistiendo uniformes de gala de color azul, dirigiéndose a recoger al Embajador de Colombia –Luis González Bari– que iba a presentar las credenciales, en medio del solemne y estricto Protocolo de su Majestad Imperial: con el carácter de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario, quien lo había sido con anterioridad ante el Gobierno de Portugal y ante el de Suiza; habiendo sido así mismo miembro de la comisión asesora de Relaciones Exteriores, en representación del Senado de la República. El Protocolo sigue siendo igual al de los tiempos del Imperio. El protocolo de la vida diplomática varía de país a país, lo mismo que la etiqueta. En el caso del Japón reviste especial severidad y exquisita elegancia: se debe pedir, para la entrega de credenciales, audiencia ante el Emperador con 15 días de anticipación y mediante nota de estilo que va dirigida al jefe de protocolo del Gaimusho (Min. de Rel. Exteriores), el cual contesta y fija hora y fecha dentro del término. A pesar de que se han verificado muchos cambios en la vida social Japonesa después de 1.945; la ceremonia de presentación de credenciales sigue siendo idéntica a la de los tiempos del Imperio. El vestido oficial de la ceremonia sigue siendo el chaqué, el cual siempre han sido muy afectos los Japoneses, en muchas de las actividades de la vida social. Las Credenciales ColombianasPor otra parte; las credenciales colombianas son pergaminos exquisitamente elaborados, escritos en letras de estilo y con el sello de la República en dorado, en los que el Presidente presenta ante el Jefe de Estado a quién van dirigidas, al Embajador que ha resuelto acreditar; se llaman credenciales porque en ellas se le pide al Jefe de Estado que las reciba, que tenga por cierto lo que diga el acreditado a nombre del país o a nombre del propio Jefe de Estado que así le acredita. Las credenciales colombianas llevan al final el sello mayor de Colombia que va en relieve blanco del mismo pergamino, así como la refrendación del Ministro de Relaciones Exteriores. Las Carrozas del EmperadorEl Gran Chamberlán de la Corte, según el horario convenido con anterioridad, recogió en la residencia de la Embajada al Embajador Colombiano y a los demás miembros de la misión que debían asistir a la ceremonia; con el fin de llevarlos al Palace Hotel en donde se tomarían las carrozas: naturalmente ése recorrido se hizo en carro, porque el viaje en carroza hubiera requerido por lo menos unas cuatro horas atravesando Tokio desde Meguro hasta Marunochi, ¡lo cuál hubiera sido bastante pintoresco! Una vez que llegaron al Palace Hotel, el Embajador y su comitiva acompañados del Sr. Takaji Yamaguchi (Gran Chamberlán), subieron al salón de invitados especiales en el segundo piso, en donde fueron atendidos con el famoso O-cha Midori, que es el té verde Japonés que se toma sin azúcar. "Las carrozas son las mismas que se usaron hace 47 años cuando la coronación del actual Emperador Hiro-Hito nieto del Gran Meiji que le dio su nombre a la era moderna de la historia del Imperio." Para ése entonces ya habían llegado las carrozas y la guardia Imperial, que esperaban en la entrada principal del hotel. Las carrozas son muy elegantes: cerradas; de color rojo y negro por fuera, y dorado en las manijas y escalerillas, por dentro tienen brocado en oro sobre seda color marfil y dos asientos, uno enfrente de otro. En el asiento de atrás de la carroza principal, iban colocados un gran cenicero antiguo de plata, y dos cajas también de plata, del desueto rapé. Los Protocolos del ImperioExisten en el Japón en realidad tres protocolos: a) el de la casa Imperial, b) el de la casa del Príncipe heredero, c) el de la Cancillería. Lo anterior, a pesar de que en 1.945 la nobleza fue abolida de facto y tan sólo quedó la Familia Imperial, y aún esta, con la limitación de que cuando quiera que una hija del Emperador se casa, pierde su rango de princesa y queda por fuera del protocolo del Estado y de la casa Imperial y no reside en el Palacio. Este fue el caso de la Princesa Takao, que se casó hace poco. Según sea el caso, los Embajadores deben observar diferente protocolo, de acuerdo con cada uno de los tres anteriores, que son enteramente diferentes pues diferentes las etiquetas, precedencias y preeminencias en las funciones y ceremonias del Estado, según quien esté representando, la soberanía del Imperio."Todo ése conjunto de formalidades que parece en principio no tener mayor importancia, producen sin embargo en la vida Diplomática, a vez en cuando, algunas situaciones difíciles y complicadas, que no siempre son solucionadas en forma muy 'diplomática'." Todo ése conjunto de formalidades que parece en principio no tener mayor importancia, producen sin embargo en la vida diplomática, a vez en cuando, algunas situaciones difíciles y complicadas, que no siempre son solucionadas en forma muy "diplomática". Tal fue el caso, con ocasión de las celebraciones de la Monarquía Persa en Persépolis el año pasado: el Presidente Pompidou no concurrió, debido a que el Protocolo Imperial Persa le concedía precedencia a los Jefes de Estado Hereditarios, otorgándole un grave desequilibrio en lo político, porque resultaba con precedencia el Príncipe Reinante de Mónaco sobre el Jefe del Estado Francés, siendo el primero, por su Tratado de Estado con Francia (Estado vasallo de la República Francesa, la que hace el caso más agudo que con el del príncipe reinante, en el también diminuto Liechtenstein.Hay ocasión, en las que cualquier gesto diplomático adquiere un valor entendido, de grandes proporciones; y esto sin hablar, de las conversaciones entre Jefes de Estado muy usuales en estos días; en las que un simple brindis que desconozca alguna preeminencia protocolaria, puede hacer tambalear en el poder a toda una coalición de gobierno. La entrada al PalacioUna vez que el "Caballero mayor" informó que las carrozas y el cortejo de la guardia Imperial estaban listos en la entrada principal del hotel, bajó el embajador acompañado del Gran Chamberlán y de los miembros del séquito, procediendo a ocupar las dos carrozas dispuestas para el efecto. En la principal iban el embajador y el Sr. Yumaguchi y en la otra carroza (Germán Rodríguez Fonegra (Consejero Comercial), Hernando Parra Casas (Primer Secretario), y José I. Estrada (Agregado Comercial).Los Jardines exteriores del Palacio Imperial, estaban llenos de turistas que saludaban el paso del desfile, que es de muy rara ocurrencia. A la entrada del Palacio, los guardias presentaron armas a los miembros de la comitiva, que entraban por la puerta principal, para tomar el Tetsu-bushi (Puente de Hierro), el cuál sirve de entrada al patio principal del Sei-den que es la estructura central del Palacio Imperial; al fondo, desde el puente de hierro, la Torre Fujimi que sobresale de las murallas. Fue construida en el Siglo XVII sin que se le hayan hecho modificaciones desde ésa época ,es una muestra de lo mejor de la arquitectura clásica japonesa y debe su nombre a la circunstancia de que se puede ver el Monte Fuji desde lo alto de la torre. "En el Japón, las torres no solo eran una necesidad en el caso de una batalla, en ésa época, sino que también eran un símbolo de la autoridad del Shogun -Gobernador militar investido del supremo poder político y militar-." El Palacio ImperialLa II Guerra Mundial que terminó en 1.945, destruyó totalmente el Palacio Imperial, pero no así las torres y las murallas que lo rodeaban. En 1.968, se terminó de construir un nuevo palacio en el mismo sitio del anterior, que contiene al mismo tiempo la últimas técnicas arquitectónicas, combinadas con el espíritu tradicional del Japón , en materia de jardinería, arquitectura, y decoración de interiores. En términos generales, el palacio tiene una estructura de dos pisos y lo forman siete edificios que componen varios rectángulos , con patios interiores y jardines alrededor. La residencia de sus Majestades está en el bosque dentro de los jardines interiores del palacio en la parte alta, a la izquierda de la torre Fujimi, se llama fukiage y fue construida en 1.961; el techo está cubierto con láminas de bronce y las paredes exteriores con ladrillos blancos que le dan un aire de apacible tranquilidad. El Sei-Den y Chowa-DenEl Sei-Den que es el edificio de Estado, está rodeado de un patio de gravilla blanca y queda enfrente de un estanque de bronce muy antiguo. El edificio tiene una extructura exterior de madera, con las paredes de blanco y los techos de verde, tiene tres salones importantes principalmente: el de bambú (Take-no-ma), el de pino (Matsu-no-ma), y el de ciruela (ume-no-ma), todos decorados con motivos referentes al nombre que los identifica, con especial buen gusto y sencillez.El Chowa-Den que es el otro edificio principal del palacio, tiene dos salones principales que son: el de la primavera y el otoño que es usado para recepciones y el Minami Damuri (Salón de la entrada del sur) que es quizás el más espléndido de los salones del palacio Imperial. El Área y ReconstrucciónEl área total del palacio con los jardines cubre más de un millón de metros cuadrados, está localizada en el centro de Tokio y rodeado por murallas inclinadas, de impresionante belleza y un foso bastante ancho, con peces inmensos de colores, que le sirven de adorno. El palacio está situado exactamente enfrente de la estación central de Tokio en el área de Marunochi, que vendría a ser el Wall Street del Japón. En la reconstrucción del palacio se transplantaron cedros de 800 años y cipreses de 300 para la reforestación de los jardines y bosques interiores que habían quedado totalmente destruidos.En conjunto, el aspecto de los edificios presenta una fina combinación de tres colores: verde en el tejado, blanco en las paredes, y carmelita oscuro de los pilares y vigas, la cual resulta muy delicada. End of the article Contenido relacionado Shinrin-yoku: caminando entre montañas y niebla El tensiómetro indica que mi presión sanguínea está en 140/81, procedo a anotarlo en una ficha técnica que el personal del parque natural de Akasawa me ha dado1. El objetivo es comparar los datos de presión arterial antes y ... Read more
Hanami: el arte de admirar la flor de cerezo Member for 3 semanas 1 día Enviado por Gilberto Mejia Salazar el 8 de Octubre de 2025 Lee más sobre Hanami: el arte de admirar la flor de cerezo Reportajes Kōbai Hanami: el arte de admirar la flor de cerezo Gilberto Mejia Salazar 8 de Octubre de 2025 Hanami significa mirar flores: Hana (花) = flor y Mi (見) del verbo "mirar". La primavera se tiñe con más de 1000 cerezos floreciendo en su máximo esplendor, y por otra parte los japoneses le dan la bienvenida con su característico hanami, siendo devotos de la transcendencia de tan importante flor que asciende desde tiempos remotos. Se celebra la llegada de tan importante momento, y la forma en que influye en la vida de las personas en Japón. Hanami: mirar flores. Pasar un día de primavera con los amigos y familiares paseando o haciendo un picnic debajo de los árboles tan bonitos y agradables, a esta costumbre se le conoce como hanami. La fusión entre lo natural y tradicional da como resultado tradiciones enriquecidas de cultura y arte. El cerezo o sakura se asocia a los cambios de la naturaleza, y también a la transitoriedad de la vida. Además de ser un símbolo de la apreciación japonesa de la belleza efímera. · Annaisha no Kusunoki kataru Hanami kana ·Nuestra guía habla de Kusunoki ¡ah, mirar los cerezos!- Masaoka Shiki - ReferenciasAsociación de la Comunidad Japonesa de Madrid (2018). O-Hanami en Madrid. Disponible en: es.emb-japan.go.jpFerber, M. A. (2016). Hanami: Reviviendo los cerezos (Tesis de Licenciatura). Universidad San Francisco de Quito USFQ.Gómez, M. (2007). La comida en Japón. Editorial UOC, Barcelona.Masaoka Shiki (2020). Haikus, Senryus y otros poemas... Disponible en: elrincondelhaiku.orgSignificados (2019). Flor de cerezo. En: Significados.com. Disponible en: significados.comTakanashi, K. (2013). El concepto de la flor en la literatura japonesa. Kokoro: revista para la difusión de la cultura japonesa. End of the article Contenido relacionado Un japonés en el Casanare Este texto es publicado como cortesía de Rodolfo Ardila Cuesta, enviado especial COLPRENSAPublicado originalmente el domingo 27 de diciembre de 1987 en el Periódico La Tarde - Pereira, Risaralda Read more
Un japonés en el Casanare Member for 1 mes 1 semana Enviado por Rodolfo Ardila Cuesta el 17 de Septiembre de 2025 Lee más sobre Un japonés en el Casanare Reportajes Kōbai Un japonés en el Casanare Rodolfo Ardila Cuesta 17 de Septiembre de 2025 En La Hermosa, Casanare, Jaichi Jyumonji encontró algo que Tokio no le daba: cielo abierto, tiempo y comunidad. Entre arrozales y ganado, construyó parque, calles y salón comunal. Para él, Colombia es más valiosa de lo que imagina y su vida en el llano es una elección de libertad. Este texto es publicado como cortesía de Rodolfo Ardila Cuesta, enviado especial COLPRENSAPublicado originalmente el domingo 27 de diciembre de 1987 en el Periódico La Tarde - Pereira, Risaralda La Hermosa, CasanareEn medio de la nada, a 14.243 kilómetros de su tierra natal —sin computadores, televisión y mucho menos teléfono— un japonés, ingeniero automotriz, cultiva arroz y maneja un hato de 30.000 hectáreas en el Casanare.Cuando Jaichi Jyumonji abandonó la gran hacienda de su familia —doce hectáreas— y entró junto con 4.000 japoneses más a trabajar en la planta de Toyota en Tokio, su mente no podía concebir un país donde las fincas se miden por miles de hectáreas.“Vivir entre 160.000.000 de habitantes en 377.484 kilómetros cuadrados donde nunca se ve el cielo porque lo tapa la polución y el hombre sólo tiene tiempo para estudiar y producir es la realidad de la que yo huí hacia América”.Hace veinte años llegó a Colombia para asesorar a los importadores de Toyota y descubrió un mundo en el que la velocidad de la vida la impone el hombre y no la producción, una tierra cubierta por estrellas y un cielo azul. Ese día, el imperio del sol naciente perdió a uno de sus hijos.El japonés cansónAunque La Hermosa no aparece en los mapas y la mayoría de los colombianos no sabíamos que existía, esta pequeña población cuenta con un molino que abastece de puro arroz oriental a los Llanos del país.Para las autoridades del Casanare esta localidad es simplemente un lugar a orillas del río Meta donde vive un japonés “cansón” que continuamente está pidiendo cosas como acueductos, alcantarillado, un muelle o un centro de salud.Como cualquier colombiano, Jaichi —que cambió la electrónica por la luz de las espermas y los automóviles por un tractor— ya aprendió a lagartear con la suficiencia de un protegido de congresista.El parque, la única calle pavimentada y el único salón comunal son obras suyas. Y viaja con frecuencia a Yopal para recordarles a las autoridades que La Hermosa existe. El vértigo de la llanuraCuando su compatriota y actual jefe, Bunshiro Takemoto, lo llamó para que dirigiera sus cultivos de arroz, el hato y el molino, Jaichi aceptó más por curiosidad que por ganas. Pero al conocer el llano, el vértigo de ver tanta inmensidad y belleza lo cautivó.“No pienso volver a vivir en Tokio. Mi familia y lo que tengo en Colombia, unido a todas las riquezas tanto materiales como humanas que ustedes poseen, hacen que esta tierra valga más de lo que ustedes mismos creen.”Pero no solo la llanura lo detiene. También hay en su vida una mujer, Yolanda Jyumonji, y dos colombo-japonesitos: Sakai Andrés y Yaiko Isabel.En su casa —donde lo único extranjero es él— la familia Jyumonji se encarga de recibir a los pocos extraños que, por necesidad o coincidencia, llegan a La Hermosa.La hospitalidad oriental es tan estricta que los vecinos no dudan en enviarles a todos los forasteros que requieren de un lugar donde pasar la noche. Solo extraña la comidaEl pescado crudo, las verduras y el sake son lo único que este súbdito del emperador Hirohito extraña de su lejano Japón. En todos los demás aspectos ya es tan colombiano como la ruana o el tejo.“Recorrer a caballo la finca, arriar el ganado, pasar las noches en un morichal y tomar café son para mí placeres que no cambio por nada del mundo.”“Japón es un país que toda persona debe conocer porque es la nación del futuro, pero vivir allí es inhumano. La velocidad con que se realiza todo, la falta de espacio y sobre todo la inexistencia de la naturaleza son algo que solo apreciamos en un país como Colombia.” Texto original del reportaje. Cortesía de Rodolfo Ardila Cuesta y Gabriel Eduardo Ardila Carrillo. End of the article Contenido relacionado Shinrin-yoku: caminando entre montañas y niebla El tensiómetro indica que mi presión sanguínea está en 140/81, procedo a anotarlo en una ficha técnica que el personal del parque natural de Akasawa me ha dado1. El objetivo es comparar los datos de presión arterial antes y ... Read more Susurros de Japón en los Andes: cuando el anime tejió la realidad colombiana En los albores de los años ochenta, cuando el mundo digital era apenas un susurro lejano, las mañanas de los sábados y las tardes entre semana después de llegar del colegio, se transformaban en rituales sagrados. No existían Netflix ni You... Read more
Susurros de Japón en los Andes: cuando el anime tejió la realidad colombiana Member for 3 meses 2 semanas Enviado por María Eugenia Quiroga Díaz el 16 de Julio de 2025 Lee más sobre Susurros de Japón en los Andes: cuando el anime tejió la realidad colombiana Reportajes Kōbai Susurros de Japón en los Andes: cuando el anime tejió la realidad colombiana María Eugenia Quiroga Díaz 16 de Julio de 2025 El anime ha influido profundamente en generaciones latinoamericanas, inspirando vocaciones creativas, como la de Maria Eugenia Quiroga, y generando comunidades que dialogan entre culturas. Más que entretenimiento, se ha convertido en herramienta pedagógica, espacio de reflexión estética y motor de identidad. En Colombia, este fenómeno ha sido clave para fusionar lo local con lo global, transformando la imaginación en un puente intercultural. En los albores de los años ochenta, cuando el mundo digital era apenas un susurro lejano, las mañanas de los sábados y las tardes entre semana después de llegar del colegio, se transformaban en rituales sagrados. No existían Netflix ni YouTube; solo la promesa de un televisor encendido que abría portales hacia universos donde robots gigantes defendían la humanidad y niñas valientes, descendientes de hadas, buscaban flores mitológicas de siete colores. El anime no era simplemente un producto audiovisual importado; era una ventana que conectaba dos realidades aparentemente distantes: la cotidianidad andina y la fantasía nipona. La memoria guarda con nitidez la textura de aquella alfombra fría bajo los pies infantiles, mientras la potente sintonía de "Mazinger Z" inundaba los hogares colombianos. Los ojos se abrían desmesuradamente ante las hazañas de Koji Kabuto, un héroe que, desde su cabina de control, dirigía los puños propulsados de un titán metálico contra las fuerzas del mal. Tras esas batallas épicas llegaban las emotivas historias de "Candy Candy" y "Ángel", narraciones que, lejos de ser mero entretenimiento, constituían verdaderas lecciones sobre amistad, pérdida y resiliencia envueltas en el lenguaje universal de la animación. Germinando la Semilla de la Creatividad Para muchos de nosotros, el anime trascendió el papel de simple pasatiempo para convertirse en catalizador vocacional. La fascinación por estas narrativas visuales condujo a toda una generación hacia disciplinas creativas como el diseño gráfico, donde aprendimos a fusionar imágenes y palabras para contar historias propias. Este camino culminaría, para algunos, en la exploración de la novela gráfica, territorio donde confluyen las dos pasiones sembradas durante aquellas tardes de infancia. El despertar narrativo llegó temprano. Aquel concurso de cuentos infantiles ganado en cuarto grado fue la primera señal de una vocación que germinaba en silencio: la escritura fantástica. El anime había plantado una semilla fundamental: la comprensión de que las historias animadas podían explorar las emociones más profundas y universales del ser humano. Con el transcurrir de los años, esa semilla floreció en emprendimientos creativos donde el anime funcionaba simultáneamente como musa inspiradora y espejo reflexivo. La adolescencia trajo consigo series que desafiaban las convenciones narrativas tradicionales. "Las Aventuras de José Miel" nos presentó la noción revolucionaria de que el destino podía reescribirse, que cada personaje guardaba en su interior la capacidad de renacer y transformarse. Estas no eran ya las historias lineales de nuestra infancia, sino complejos entramados con finales inesperados y arcos dramáticos que invitaban a la introspección y al cuestionamiento. El Viaje de Chihiro y la Fuerza Femenina Los años universitarios significaron el descubrimiento del universo de Studio Ghibli, un cosmos donde cada película representaba un viaje iniciático cargado de simbolismo. Aquí, las protagonistas femeninas no esperaban ser rescatadas; se transformaban a través de pruebas de valor y autodescubrimiento. "El Viaje de Chihiro" nos enseñó que el miedo podía ser el preludio necesario para la fortaleza interior. "Nausicaä del Valle del Viento", "La Princesa Mononoke", "Kiki: Entregas a Domicilio" y "Arrietty" presentaron heroínas poderosas, independientes y profundamente conectadas con la naturaleza. Diálogo cultural e investigación El anime trascendió las pantallas para tejer comunidad. Surgieron grupos donde compartíamos recomendaciones, analizábamos series y organizábamos maratones que se extendían hasta el amanecer. Estos espacios, inicialmente recreativos, evolucionaron hacia foros de reflexión sobre identidad, estética, moda y música, creando un diálogo cultural que enriquecía tanto nuestra comprensión del Japón contemporáneo como nuestra propia identidad latinoamericana. El alcance del anime rebasó las fronteras del entretenimiento para infiltrarse en trayectorias académicas y profesionales. El caso de aquella compañera que encontró en "Hetalia" una herramienta pedagógica que la impulsó hacia los estudios históricos ejemplifica este fenómeno. Su innovadora implementación del cosplay y la narrativa interactiva en entornos educativos evidencia cómo el anime puede transformarse en un recurso pedagógico valioso y efectivo. Estudios académicos como la tesis de Velandia (2023) y la investigación de Guarín (2019) confirman científicamente lo que muchos intuíamos: el profundo impacto del anime en la configuración cultural colombiana contemporánea. Estos trabajos documentan meticulosamente cómo el anime ha dado origen a comunidades vibrantes y ha modificado hábitos culturales, generando procesos de transculturación únicos en el contexto latinoamericano. Un Fenómeno Transnacional Latinoamericano La influencia del anime se extiende como un tapiz multicolor por toda Latinoamérica, donde ha evolucionado desde un nicho marginal hasta convertirse en componente integral de la identidad cultural juvenil y adulta. Desde las primeras emisiones de "Astro Boy" hasta el fenómeno global de "Sailor Moon", estas narrativas han tejido conexiones emocionales y estéticas que trascienden fronteras, promoviendo un diálogo intercultural sin precedentes entre Japón y América Latina. En nuestro camino creativo personal, el anime ha funcionado como cimiento para obras que fusionan lo fantástico con lo cotidiano de nuestro entorno. La novela gráfica en desarrollo "Anahí, la guerrera del corazón" representa este diálogo cultural: una narrativa que rinde homenaje a la cosmovisión latinoamericana mientras incorpora elementos estéticos y profundidad filosófica propios del anime japonés. El anime y el manga han trascendido su condición inicial de productos de entretenimiento importados para convertirse en catalizadores de cambio, identidad y creatividad en Colombia y Latinoamérica. Estas expresiones artísticas continúan invitándonos a explorar nuevos horizontes narrativos, a reimaginar nuestra propia historia y a construir puentes intergeneracionales e interculturales. Colombia: Crisol de Imaginarios Colombia, al integrar estas influencias foráneas en su tejido cultural, se posiciona como un vibrante crisol donde tradiciones ancestrales dialogan con imaginarios contemporáneos globales. El anime, lejos de representar una imposición cultural, se ha transformado en un lenguaje universal que une, inspira y transforma, demostrando que las fronteras culturales son, en esencia, constructos permeables y dinámicos. En las calles de Bogotá, Medellín o Cali, los ecos de aquellas tardes sabatinas resuenan en convenciones de anime, tiendas especializadas, talleres de ilustración y obras que fusionan lo local con lo global. El susurro japonés que llegó a los Andes se ha vuelto una conversación permanente, un diálogo cultural que enriquece nuestra identidad latinoamericana y confirma que la imaginación no conoce fronteras. Sobre la autoraMaria Eugenia Quiroga Díaz es una diseñadora gráfica de postproducción con más de 16 años de experiencia. Ha trabajado en animación y televisión, mejorando la calidad visual de proyectos. Fundó Animatropo, una productora de contenidos para niños y adolescentes, liderando proyectos desde la idea hasta su producción final. Con Animatropo, ha recibido varios premios internacionales: el Japan Prize 2015 por Donkeybook, teaching English como mejor nueva propuesta de TV, Crea Digital 2018 en transmedia por la novela gráfica digital "Anahí, la guerrera del corazón," y un FDC en 2021 para el desarrollo del largometraje infantil animado "Por las barbas de mi gato." Actualmente, hace parte de Women in Animation (WIA), organización internacional de mujeres en la animación) capítulo Colombia en la mesa directiva. End of the article Contenido relacionado Shinrin-yoku: caminando entre montañas y niebla El tensiómetro indica que mi presión sanguínea está en 140/81, procedo a anotarlo en una ficha técnica que el personal del parque natural de Akasawa me ha dado1. El objetivo es comparar los datos de presión arterial antes y ... Read more
Shinrin-yoku: caminando entre montañas y niebla Member for 3 meses 2 semanas Enviado por Natalia Laverde Bohórquez el 16 de Julio de 2025 Lee más sobre Shinrin-yoku: caminando entre montañas y niebla Reportajes Kōbai Shinrin-yoku: caminando entre montañas y niebla Natalia Laverde Bohórquez 16 de Julio de 2025 En Akasawa, Japón, Natalia Laverde participa en una sesión de shinrin-yoku, terapia de bosque con beneficios médicos y espirituales. Guiada por expertos locales, explora la conexión entre naturaleza y bienestar. El intercambio con guías de distintos países resalta la universalidad del bosque como espacio sanador. De regreso en Colombia, reflexiona sobre su aplicación en la reserva La Ilusión y su potencial para la reconciliación socioambiental. El tensiómetro indica que mi presión sanguínea está en 140/81, procedo a anotarlo en una ficha técnica que el personal del parque natural de Akasawa me ha dado1. El objetivo es comparar los datos de presión arterial antes y después de haber realizado una sesión de terapia de bosque (Shinrin-yoku) en el parque natural reconocido como el lugar de nacimiento de esta práctica. Junto a mí se mide la tensión de 20 personas más: colegas guías de terapia de bosque certificados por la Association of Nature and Forest Therapy (ANFT) de diferentes partes del mundo que han venido a conocer este lugar icónico en un encuentro organizado por Future with Forest Association (FwithF) de Japón. Bosques de Kiso en Akasawa Al inicio de la jornada el doctor Shigeyoshi Kumeda director honorario del hospital prefectural Kiso nos cuenta que en 1982 se celebró en Akasawa (Agematsu, prefectura de Nagano), la primera convención nacional de baños de bosque. Tomohide Akiyama director general de la Agencia Forestal en el Bosque recreativo de Akasawa crea entonces el concepto de Shinrin-yoku, traducido como “baño en la atmósfera del bosque” como estrategia para revalorizar el bosque de Kiso (ciprés) y ofrecer alternativas saludables a la población urbana con crecientes índices de depresión y enfermedades inducidas por el estrés. Nos cuenta que en 2003 el término “terapia forestal” es decir “baño de bosque con evidencia científica” fue acuñado y que en 2006 la Asociación de Terapia Forestal japonesa inicia la certificación de senderos para realizar caminatas de terapia de bosque y asegurar su calidad. El Dr. Kumeda argumenta además que las fitoncidas (Alfa-pineno, limoneno) son compuestos volátiles o terpenos que las coníferas y otros árboles expelen para protegerse, y que el ser humano evolucionó respirándolos, separándose de ellos cuando empezó a vivir en las ciudades. Los estudios llevados a cabo por los doctores Qing Li y Yosifumi Miyazaki de la Universidad de Chiba, demostraron los beneficios de las fitoncidas y de la atmósfera del bosque en el sistema inmunológico, la presión arterial, y observaron la disminución de hormonas del estrés (cortisol) y mejoramiento del estado de ánimo. Una vez medida la tensión, salimos hacia el sendero, nuestra guía local Yoko Shimohara habla en japonés, y Kota facilitador de FwithF, traduce al inglés. Sin ella, esto solo hubiera sido un lindo paseo por el bosque2. La guía nos lleva en un recorrido sensorial de dos horas, revelando los secretos de arbustos y las propiedades del bosque de kiso (cipreses) como el árbol sagrado de hinoki y otras coníferas como sawara y sugi. Nos invita a respirar, a oler, a dormir un rato pero es imposible cerrar los ojos: la vista hacia arriba no puede ser más reconfortante, las hojas empiezan a teñirse de otoño, la luz traspasa el follaje (Komorebi), el olor del pino invade todo y hasta puede sentirse en el paladar, el sonido de la corriente tranquila del agua de la quebrada diluye el pensamiento. Nos levantamos y pasamos por el rio Haruki en donde la guía se emociona contándonos que el puente que cruzamos se llama Dondonbuchi y que ella misma lo bautizó así3. Es importante porque el desarrollo de una sesión de Shinrin-yoku integra también la dimensión cultural local4. Al regresar a la base médica miden de nuevo la tensión. Mi nueva marca: 119/67, mi presión ha bajado y así mismo la de todos los participantes. El bosque ha hecho su trabajo.Pero más allá de las evidencias científicas tan necesarias para “creer” en los beneficios médicos de la práctica, está la dimensión espiritual de la misma. Para Nagisa Ono de FwithF quien también es miembro del Consejo de política pública forestal de Japón, Shinrin-yoku tiene otro significado: “entrar en contacto con los árboles para tener una sanación espiritual (…) para los japoneses el bosque es un lugar en donde está dios” señala. No siempre se habla de los beneficios espirituales pero lo cierto es que es relevante no solo por los fundamentos shintoistas de donde nace. En Colombia a miles de kilómetros de Japón, la mayoría de los participantes de terapia de bosque en la reserva natural La Ilusión, reportan experiencias de elevación o conexión espiritual en algún grado, que aportan al bienestar general de la persona y del bosque nublado. No es de extrañarse, nuestros ancestros y los pueblos originarios en todo el mundo dan a los elementos naturales propiedades sanadoras, sagradas o divinas en donde la dicotomía naturaleza y cultura (Descola, 1996) no está presente. El asombro y la compasión que se despierta siguiendo la secuencia estándar en una caminata de terapia de bosque parece disparar no solo el bienestar físico y emocional sino que da paso a las experiencias espirituales (no religiosas) que nos abren la conciencia hacia nuestra propia naturaleza interrelacional e impermanente.Al día siguiente visitamos Okutama, conocimos y recorrimos el sendero fragante Toke para terapia de bosque, en donde la arquitectura, la ingeniería, el paisajismo y la botánica se han unido para ofrecer 1,3 kilómetros de bienestar forestal. Pero el sendero, también certificado, no sería lo mismo sin la orientación de la guía de terapia de bosque local Shigeko Furuya que nos integra al bosque de manera metódica, amorosa y sabia.Las actividades académicas y prácticas en Akasawa y Okutama, se dieron en el marco de un evento organizado por Future with Forest Association (FwithF) dirigida por Nagisa Ono y soñado antes de la pandemia en conjunto con Amos Clifford uno de los creadores de la secuencia estándar de terapia de bosque y fundador de ANFT. El intercambio cultural y técnico entre guías de terapia de bosque certificados ANFT de Colombia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, China y Canadá y facilitadores de Japón de diferentes regiones como Hiroshima, Azumino y Tokio certificados por FwithF, es el primero de su naturaleza en realizarse. "[...] nuestros ancestros y los pueblos originarios en todo el mundo dan a los elementos naturales propiedades sanadoras, sagradas o divinas en donde la dicotomía naturaleza y cultura (Descola, 1996) no está presente. [...] De vuelta a Colombia, en la reserva natural La Ilusión al occidente de Bogotá observo como la niebla abraza las montañas de la misma manera que en Japón. ¿Cuál será el futuro de estas montañas y remanentes de bosque?, ¿es la práctica de shinrin-yoku adaptada al contexto colombiano parte de la solución a su devastación? Creemos que sí aporta, desde 2007 en La Ilusión, se regeneran 45 hectáreas de bosque andino húmedo y desde 2019 realizamos caminatas guiadas de terapia de bosque o de shinrin-yoku de manera gratuita a niños de áreas rurales cercanas a la reserva que paradójicamente no tienen acceso a ecosistemas sanos con excelentes resultados en términos de salud mental, relacionamiento y reconciliación socioambiental (Laverde, 2022). Vista desde la Reserva Natural La Ilusión Disfrutando este paisaje del bosque andino húmedo, aún resuenan en mis oídos las nuevas palabras aprendidas en japonés, en mis ojos está la impresión de los santuarios shinto, en mi naríz y paladar el olor/sabor del hinoki, mi corazón aún está conmovido por los rostros emocionados de todos quienes dieron más de sí para atendernos en Akasawa y Okutama, y hacernos sentir únicos e importantes: omotenashi. A pesar de las diferencias culturales hay algo que se siente tan familiar… ¿es la hospitalidad, la niebla o acaso los procesos de restauración socio ecológica hacen en ambos países? Tal vez. Pero es el amor por la tierra y la vida, en donde el shinrin yoku es una práctica moderna para resignificar nuestros orígenes, para volver al bosque, a nuestra casa. Referencias bibliográficasDescola, Philippe (1996). Construyendo naturalezas: ecología simbólica y práctica social. En Naturaleza y sociedad, perspectivas antropológicas (pp. 101-123). Londres: Taylor & Francis.Kumeda, S. (2023, 14 de octubre). Current Status and effects of forest therapy [sesión de conferencia]. Shinrin-yoku tour Japan, Future with Forest Association, Parque nacional de Akasawa, Agematsu, Japón.Laverde, N. (2022). Reconciliando relaciones etnobiológicas a través de terapia de bosque en la OMEC La Ilusión. Conferencia. Simposio virtual sobre naturaleza y salud, Ecuador. Ver video. Sobre la autoraNatalia Laverde-Bohórquez es fotógrafa conceptual, comunicadora social de la Universidad de la Sabana y Magíster en Antropología de la Universidad de los Andes. Es guía de terapia de bosque y consultora de senderos certificada ANFT. Directora y creadora de la Fundación El Bosque y La Niebla, dedicada a apoyar procesos socioecológicos de reconciliación en la reserva natural (OMEC) La Ilusión, donde se protegen y restauran 45 hectáreas de bosque andino húmedo.Ha guiado a más de mil estudiantes de escuelas rurales cercanas a la reserva y ha coescrito publicaciones científicas sobre la fauna de la zona y la reconciliación entre naturaleza y sociedad. Su obra fotográfica ha sido expuesta en diversos escenarios nacionales e internacionales.foto.natalialaverde.com · ORCID 1. El bosque de Akasawa en la prefectura de Nagano, fue arrasado iniciando la era Edo y empezó a regenerarse cuando el área queda bajo el dominio Owari: la pena por cortar un árbol era la decapitación, ya al final de la era Meiji se convierte en bosque imperial y hoy es uno de los bosques cultivados de coníferas de Kiso Hinoki (Chamaecyparis obtuse) que es patrimonio de Japón. (Kumeda, 2023). 2. Los guías o facilitadores de terapia de bosque complementan el trabajo médico en la base de Akasawa, allí, desde 2006, y para revitalizar el lugar, se realiza la consulta gratuita con un equipo médico -medicina preventiva- que recomendará uno de los senderos en los que el guía lo acompañará. Future with Forest es la primera organización japonesa que desarrolla un programa para facilitadores de Shinrin-yoku en Japón, para llegar a más personas en el país. 3. “Se dice que las nubes se reflejan en la superficie del rio, y que la corriente se las traga, al hacerlo hace el sonido ‘don, don’” según la señalización. 4. Nagisa Ono explica que al planear el encuentro se tuvo en mente Sampo-yoshi o que todos ganaran: el bosque, la comunidad y el individuo. End of the article Contenido relacionado FUNDACIÓN EL BOSQUE Y LA NIEBLA - Bosque Nublado, Cundinamarca Protegemos y restauramos el último reducto de bosque nublado en la provincia organización ambiental Sabana Occidente, y patrimonio natural y cultural asociado a él. Read more